Los tratamientos endoscópicos y bariátricos son una solución muy eficaz contra la obesidad mórbida que tanto empeora la calidad de vida de quienes la padecen, pero la selección de candidatos para someterse a estas técnicas requiere de una evaluación mental y psicológica previas. No todo el mundo está preparado para afrontarlas con garantías de éxito.

La obesidad está relacionada con transtornos de la conducta que se manifiestan con la ingesta excesiva de alimentos, por lo que todo el equipo multidisciplinar de EndObesidad debe trabajar conjuntamente para seleccionar correctamente a los pacientes y estudiar en profundidad su situación física y psicológica y la elección de la técnica más adecuada en caso de estar preparados para llevar a cabo el tratamiento.

El proceso previo incluye criterios de inclusión y exclusión que contemplan la edad, índice de masa corporal, evolución de la obesidad, fracaso en tratamientos anteriores, motivación, apoyo familiar y estado psicológico actual.

Esta evaluación previa es la que determina si el paciente se ha generado o no falsas expectativas, si realmente puede estar preparado para alcanzar los objetivos del tratamiento o si confunde el objetivo estético (que aún siendo importante no es el principal) con el de mejorar su salud y su calidad de vida de aquí en adelante.

Además, el fracaso de muchos tratamientos según la experiencia clínica al comienzo de la aplicación de estos métodos, puso de manifiesto que es imprescindible la introducción de distintas técnicas entre la que la que el apoyo psicológico es fundamental, que tienen como objetivo la modificación de hábitos de alimentación que permitan una mayor adhesión al tratamiento y una actitud sincera y proactiva ante este problema, la mejora de la percepción sobre el propio cuerpo, el peso y la comida, así como el alcanzar estados emocionales positivos y una autonomía que permita desarrollar factores protectores que ayuden a combatir los factores de riesgo de mal seguimiento del tratamiento o de recaída.

En EndObesidad, una vez pasados los criterios previos de validez, nuestros psicólogos enseñan a los pacientes a ajustar sus expectativas para no crear frustración y a promover la motivación personal para la adquisición de nuevos hábitos saludables y mantenerlos en el tiempo.